El vino y la belleza
El uso del vino con fines terapéuticos tiene su origen en la antigua Grecia, donde se usaba como cura para los males del cuerpo y el alma, ya sea en forma de bebida o en baños.
Ya lo decía Hipócrates hace más de 2.500 años:
Y hoy en día, ya nadie pone en duda las propiedades beneficiosas del vino y que es un instrumento de salud y belleza que actúa por dentro y también por fuera.
De la vid se puede aprovechar todo y así lo demostraron
Dos jóvenes vitivinicultores de la región de Bordeaux. Mathilde Cathiard y Bertrand Thomas, un matrimonio francés, que a principios de los 90 descubrió que las pepitas de uva bien podían transformarse en “oro” creando la vinoterapia.
Esta técnica consiste en utilizar el vino, la uva y todo lo que rodea a este fruto (vid, sarmiento, pepita…) para realizar tratamientos cosméticos.
Pero su historia no se escribe en singular, Junto con el profesor Joseph Vercauteren, director del laboratorio de farmacognosia en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Montpellier, desarrollaron tres diferentes patentes para extraer, estabilizar y utilizar en cosméticos polifenoles, resveratrol y viniferina de la vid.
Estos componentes proporcionan al vino cualidades antioxidantes, facilitan la regeneración celular, limpian la piel de las células muertas, eliminan toxinas de la dermis y estimulan la circulación mejorando la oxigenación y nutrición de la epidermis.
Existen diversas posibilidades de aplicación del vino y la vinoterapia, en forma de baños, en forma de masajes, en píldoras, cremas o suplementos con extractos de uva, en la cera depilatoria.
La uva es un elemento de la naturaleza que posee innumerables propiedades cosméticas.
Pruébala y disfrútala.