La Cavitación: Tratamiento Estrella en “La Operación Bikini”

Uno de los servicios más demandados para  la reducción y tratamiento de la Adiposidad localizada y Celulitis  es el tratamiento de Cavitación.  Hace  años  este sistema revolucionó el mundo de la estética y hoy se erige como uno de los tratamientos esenciales en todos los centros de estética.

Desde el inicio se ha promocionado como la alternativa a la liposucción, aunque hay quienes afirman que esto no es del todo correcto dado que mientras que una liposucción elimina todo el tejido adiposo mediante cirugía, la cavitación hace la grasa más fluida mejorando su posible eliminación y destruye parte de los adipocitos. Sin embargo los resultados de los tratamientos de cavitación son muy satisfactorios y en muchos casos son equivalentes a los que ofrece la liposucción pero de manera no invasiva, indolora, cómoda y desde luego mucho mas económica.

La explicación oficial nos indica que la cavitación estética es un fenómeno físico, que se produce cuando el sonido se propaga a través de un líquido en forma de onda de choque; estas ondas, producen ciclos alternados de compresión y expansión. Si la onda de expansión es lo suficientemente poderosa pueden generarse presiones negativas que provocan que las moléculas empiecen a separarse formando “microburbujas” o cavidades. Estas microburbujas, respondiendo al campo de sonido en el líquido, crecen gradualmente durante los ciclos hasta llegar a un “tamaño crítico”, esto produce que los adipositos imploten y estallen y/o se rompa la fibrosis sin producir daños a los tejidos circundantes, provocando la efracción de la membrana de la célula grasa con la consiguiente eliminación del contenido lipídico que se desechará como glicerol. es decir, quedando a disposición para ser eliminada por procesos metabólicos y de drenaje.

Cuando nuestros clientes acuden al centro de estética se debe explicar qué es la cavitación y como funciona. Pero se tendrá que hacer de una manera más sencilla y clara que la definición anterior. Mínimamente debería quedar claro que es un tratamiento no quirúrgico donde se aplica un aparato que masajea la piel al tiempo que emite ondas ultrasónicas. Estas ondas se enfocan en el tejido adiposo del área bajo tratamiento para destruir la pared de las células grasas. Una vez descompuestas, en los días siguientes al tratamiento el sistema linfático se encarga de eliminarlas. La grasa eliminada a través de la cavitación se expulsa del cuerpo por lo que las células perdidas no se vuelven a regenerar, sin embargo si no se continúa con un estilo de vida saludable, es más que probable que se creen nuevas células grasas en esas zonas localizadas en las que eliminación resulta tan costosa mediante los procedimientos tradicionales. Es evidente explicarles también que para potenciar el resultado de la cavitación se necesita una alimentación equilibrada en la que minimizar la ingesta de grasas saturadas, una importante aportación de líquidos sobre todo el día antes y el día después de la sesión, acabar con las bebidas carbonatadas y el tabaco, y algo de ejercicio como por ejemplo andar el resto de días.

Nuestros clientes también deberán proporcionar toda la información médica, que se rellenara en los formularios correspondientes.

La cavitación requiere de un protocolo de trabajo, siendo fundamental en este tipo de tratamientos el correcto diagnóstico y evaluación de las zonas a tratar.

Es muy importante tener en cuenta que La cavitación no está pensada para bajar de peso”. El objetivo de este tipo de tratamientos es el de moldear el cuerpo eliminando adiposidades situadas en zonas en las que ni con ejercicio ni con dieta desaparecen. Las zonas a tratar normalmente se localizan en el abdomen, los muslos, los glúteos y la cara interna de los brazos.

La finalidad de la cavitación es conseguir que se reduzca el volumen del cuerpo o de una zona concreta. Es decir, la finalidad de la cavitación es  “quitar parte de la grasa que  sobra y consecuentemente  bajar volumen.

Aunque ese sea el objetivo fundamental del tratamiento y seguramente el único motivo por el que se recurra a ella, lo cierto es que esta técnica tiene otras consecuencias muy positivas para la salud, como son una mejora de la circulación sanguínea y una mayor facilidad para que el cuerpo elimine líquidos.

En cuanto al número de sesiones, hay que tener en cuenta que no se puede generalizar la cantidad de aplicaciones necesarias para obtener los resultados deseados, debido a la diferencia de estructura corporal y pesos de las clientes. Se calcula una mínima de 6 a 12 sesiones aproximadamente también se deben tener en cuenta la cantidad de zonas a tratar. Los efectos pueden verse en pocas sesiones claramente.

Cada sesión de se realiza aproximadamente durante 35-40 minutos en la zona a tratar y a continuación se aplican técnicas de drenaje evitando que la grasa se reabsorba nuevamente.
En cada sesión se produce una reducción de volumen de aproximadamente unos 2cm en la zona tratada. Los mejores resultados se ven en personas que tengan tres centímetros y medio de capa grasa, por debajo de estos valores los resultados no son tan llamativos. En caso de gran pérdida de volumen, la radiofrecuencia es necesaria para evitar la flacidez de la piel, en este caso se intercalará este tratamiento de radiofrecuencia con la cavitación

El Protocolo de trabajo se complementa con el uso de otra aparatología como: botas para drenaje linfático,  plataforma vibratoria, electro-estimulación o drenaje manual para ayudar a la eliminación de líquidos.

Siguiendo las pautas del tratamiento correctamente, la cavitación no tiene ninguna complicación. Las contraindicaciones son las que se conocen y se deben tener en cuenta para la aplicación de cualquier aparatología de estética no invasiva, como: personas con alguna afección en la zona a tratar, portadores de marcapasos y cardiopatía, mujeres embarazadas o que sospechen poder estarlo, menores en etapa de crecimiento, implantes en la zona, mujeres que se encuentran en periodo de lactancia o personas con problemas como cardiopatías o  epilepsia, heridas, úlceras y zonas sensibles o de riesgo.

Se pueden encontrar equipamientos que trabajan en distintas frecuencias que van desde los 36Khz, 390Khz, 4 MHz, 3MHz entre otros, siendo los más comunes los de este último valor, ya que garantizan que a máxima potencia, la profundidad de penetración no es mayor de 3cm, siendo esta, la zona que se desea tratar. En caso de ser superior se puede correr el riesgo de sufrir quemaduras y hematomas en la zona tratada.

Este tratamiento causó furor con su aparición en 2005 en Milán, a partir de aquí también ha sido objeto de muchos debates y sobretodo controversias a nivel internacional. En Abril del 2011  la Dirección General de Sanidad, organismo dependiente del Ministerio de Sanidad de Francia, prohibía diversas técnicas de medicina estética, entre las que se encontraba la cavitación estética, por considerarse potencialmente perjudiciales para quienes se someten a ella ya que a pesar de destruir la grasa no la expulsan del cuerpo. En el mes de agosto del mismo año los que  habían vetado este tipo de tratamientos rectificaban y volvían a permitir su ejecución. En Italia a partir de ese mismo año solo se permitió realizar este tipo de tratamientos exclusivamente a los médicos, hasta la fecha no se han rectificado.

En España el Ministerio de Sanidad nunca ha dudado sobre la efectividad de la cavitación ni se ha planteado prohibir esta técnica ya que en el territorio nacional no se han dado casos de problemas de salud hasta la fecha.

La primavera es nuestro nuevo reto, la estación del año donde en los centros comienza la temporada alta.

 

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