Aromas, Aceites y Esencias en tu centro

El uso del aroma de aceites esenciales para mejorar la salud física y emocional lleva aplicándose desde hace siglos. Hace 6000 años los sacerdotes egipcios hervían las flores, las hojas, las cortezas y las resinas de determinadas plantas para extraer de ellas aceites esenciales para sus inciensos, pomadas, remedios aromáticos, curaciones y cultos. También los romanos eran muy aficionados al aceite de rosas.

Actualmente se destilan, por los mismos motivos, cerca de 300 especies distintas de plantas.

La Aromaterapia está viviendo un nuevo auge en los rituales estéticos.

Esta disciplina aporta un tratamiento natural y es complemento importante para ayudar a restablecer nuestro equilibrio y armonía.

Se emplean en la misma, aceites esenciales, los cuales poseen muchas propiedades que provocan estímulos en el ser humano y se convierten en un invalorable elemento de bienestar.

Los aceites esenciales surten efecto sobre los receptores olfatorios y el cerebro. Desde el área cerebral del olfato, se estimulan áreas contiguas, que producen hormonas que regulan las emociones.

Cuantas veces al sentir un aroma particular nos remontamos a nuestra infancia, o alguna época de nuestra vida. Esto nos demuestra que los aromas penetran y quedan grabados en nuestra mente, la cual frente a determinados situaciones reacciona trayéndonos recuerdos que teníamos olvidados.

Además de ser fuente de placer, ayudan a mejorar la calidad de vida creando ambientes especiales que son muy útiles tanto en nuestra vida cotidiana como en nuestro centro de estética o aplicándolo en un tratamiento estético.

Los aceites esenciales pueden utilizarse también en los masajes. Siempre deben mezclarse con un aceite transmisor, ya que de no hacerlo tienen un efecto demasiado concentrado. Como aceite de base se sugiere el aceite de almendras.

Entre el amplio abanico de aromas que existen, se destacan los siguientes:

Los aromas de la bergamota, el limón o la melisa estimulan y nos mantiene activos, frescos y despiertos.

Para refrescar el ambiente o la cabina también pueden utilizarse  los aromas de eucalipto, pino, árbol de té y el geranio.

Para la relajación se utiliza la lavanda, el Ylang-ylang, la naranja o la madera de sándalo.

El ciprés: es equilibrante emocional, ideal también para refrescar y perfumar estancias.

La Menta: Perfume penetrante, refrescante y mentolado. Tonificante, que gracias a su efecto refrescante también alivia piernas cansadas.

El Romero: Revitalizante y muy útil para aliviar la fatiga muscular. Perfume penetrante, alcanforado y balsámico.

Es fundamental conocer las diferencias entre aceite y aceite esencial. Ambos son productos extraídos de la naturaleza pero muy diferentes en composición y aplicaciones cosméticas.  mientras que de uno se puede utilizar toda la cantidad que queramos, del otro no ¡!

Los aceites están formados por ácidos grasos y se pueden extraer del fruto (aceite de oliva, aceite de argán, aceite de germen de trigo…) o de la semilla (aceite de girasol, soja, lino, ricino…). Para obtener el aceite de semillas o frutos se someten a un proceso prensado. Todos los aceites se diferencian entre sí por sus propiedades, por la capacidad de hidratación y nutrición.

Los aceites esenciales están formados por sustancias volátiles y son muy aromáticos. No contienen ácidos grasos. Normalmente los aceites esenciales se obtienen de la destilación por vapor de agua de ramas, flores, semillas, cortezas, hojas, resinas o incluso raíces de plantas.

En muchas ocasiones los aceites esenciales se diluyen en aceites bases para elaborar diferentes preparaciones para profundizar un masaje o tratamiento. Al ser tan potentes deben ser utilizados en cantidades muy pequeñas a diferencia de cualquier aceite para masajes.

Llena tu centro de aromas y sensaciones con la fragancia que más te guste y transporta a tus clientes a un oasis de bienestar.

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