De todos los masajes, este es uno de los más suaves y repleto de calor.
El masaje con piedras calientes, también llamado terapia geotermal o “Stone teraphy” consiste en la utilización de piedras suaves redondeadas y libres de poros, previamente calentadas para un masaje muy relajante, ideal para esta época del año.
Como en cualquier tipo de masaje, el primer paso antes de comenzar, consiste en preparar el lugar de trabajo: Encender velas aromáticas, elegir música instrumental, preparar una manta y agregar una toalla gruesa en la camilla para absorber el exceso de aceite.
En el caso de masajes con piedras, las más apropiadas son las piedras volcánicas de basalto, ya que por su alta densidad conservan muy bien el calor. Están cargadas de energía de la Tierra, ya que se extraen del corazón de la tierra y su contenido en hierro hace que retengan el calor
El calor de las piedras penetra en la piel para estimular la irrigación sanguínea, eliminar toxinas y lograr una relajación muscular más profunda que la que se consigue con un masaje convencional.
Desde luego quienes realizan este tipo de masaje pueden personalizar el tratamiento de acuerdo a las preferencias y necesidades de cada cliente, pero aquí presentamos una manera de llevarlos a cabo.
Las piedras deben calentarse con los calentadores de piedras profesionales alrededor de 45ºC.
Mientras puedes preparar en un bol agua fría y algunas toallas.
Es fundamental comprobar con el cliente si la temperatura de las piedras es la adecuada para su comodidad. Cada tamaño de piedra tiene una resistencia al calor diferente, así que la temperatura puede cambiar según el tamaño con lo cual hay que asegurarse siempre de que la temperatura es la óptima durante el masaje. O cubrirlas con una toalla para reducir el calor.
Si las piedras están demasiado calientes, sumergirlas durante unos segundos, en el bol de agua fría.
Las piedras se aplican sobre puntos determinados del cuerpo y se usan para masajear zonas específicas. Hay dos maneras de aplicar las piedras: de forma estática (colocándolas inmóviles sobre el cuerpo o dinámica (desplazándolas a lo largo de su cuerpo).
Una de las formas es colocar las piedras sobre los puntos energéticos del organismo del cliente a lo largo de la columna vertebral, el abdomen, la frente, las manos y los dedos de los pies, sin olvidar una piedra pequeña entre en el centro de la frente. En la columna se puede colocar una hilera o dos.
Luego se aplica el aceite que se desea y se masajea moviendo las piedras suavemente, presionando las mismas con fuerza.
Esta técnica no causa dolor ya que los músculos se relajan por el efecto del calor.
Se pueden alternan las piedras calientes con las frías de mármol.
Este masaje se puede compaginar con otras técnicas de masaje para aprovechar la relajación de los músculos.
Son muchos los beneficios de estos masajes:
Alivia los dolores musculares
Estimula el metabolismo
Elimina toxinas
Mejora las molestias de espalda.
Reduce el estrés y relaja
Combate el insomnio
Recupera la energía
Revitaliza, ilumina y oxigena la piel.
Este masaje no está indicado para personas que sufran varices, presión arterial alta, arritmia, enfermedades cardiacas, fatiga muscular crónica, desarreglos del riñón o hígado, osteoporosis, esclerosis múltiple, epilepsia, anorexia y diabetes. Así mismo mujeres embarazadas y por supuesto no realizar masajes en heridas abiertas.
El masaje puede durar entre 45 y 60 minutos.
La calidez de la piedra, el aroma del aceite que elijas dan al cuerpo un estado de relajación y convierten a este masaje en una verdadera delicia.
Una maravillosa técnica que no puede faltar en tu centro